Amigos do sendeiro GR 94
 

Etapa 4 - A Xesteira - Parque Arqueolóxico de Campolameiro

Xesteira y Rascaderia en el municipio de Cerdedo-Cotobade, nos ofrecen las primeras muestra del “arte labrado en la piedra”. Fachadas extraordinarias, estilizados cruceiros, hórreos de variada capacidad, petos de ánimas o un canal que conducía el agua para consumo a la aldea de Pereiro, son otras de las originalidades de esta zona. Camina despacio, no pierdas detalle, todo lo que nos rodea merece la pena de nuestra atención.

De nuevo abandonamos zonas habitadas para caminar por pistas y caminos de monte y poco antes de alcanzar la carretera PO-0404 tendremos la oportunidad de ver los restos de una antigua construcción destinada a la caza y muerte de los lobos que en tiempos deambulaban por estos montes: O foxo do lobo de Paraños, de aquella, el lobo cargaba con todos los males y desgracias de la ganadería local.

Después de cruzar la carretera PO-232 tomamos una ancha pista durante poco más de un quilómetro para tomas un camino a la derecha que nos conduce a la aldea de Cuspedriños. Todo parece indicar que el pueblo está vacío, pero no es así, lo habitan los mayores, ya que los vecinos en edad de trabajar están ausentes en la vecina Pontevedra. Contempla la densidad del bosque que contornea el lugar, el curro en donde se reúnen los caballos para su desparasitado y marcaje, su pequeña iglesia con reloj de sol y el peto de ánimas, la fuente  y el amplio y sólido edificio del viejo mercado.

Para evitar el asfalto de la carretera que desciende a San Xurxo de Sacos vamos a tomar un camino asfaltado que arranca unos metros después del peto de ánimas y que al final de la aldea pasa a ser de tierra, iniciando entonces un descenso, se cruza en diagonal la carretera PO-232 y por pistas bien definidas nos situamos en la carretera N-541 limitada en este tramos a 50 km/h, la seguimos durante unos 200 metros y la abandonamos por la PO-231, pasamos bajo la N-541 y continuamos camino de la iglesia de San Xurxo de Sacos y de aquí, continuaremos el descenso hasta el lugar de Outeiro.

 

Abandonamos O Outeiro y por estrechos caminos jalonados por muros de piedra descendemos camino del puente medieval del Lérez y por camino enlosado de piedra alcanzamos el núcleo de Fentans. Este pueblo tiene la particularidad de tener sus “calles” cubiertas por emparrados de vid, de modo que en agosto-septiembre un fuerte olor a uva invade todo el ambiente e invita a coger sus frescos y maduros frutos: las uvas. Por sus empinados caminos, alcanzaremos la parte alta de la aldea. Damos la espalda al pueblo, y dejamos este hermoso lugar para adentrarnos por claros caminos de servidumbre,  entre fincas de plural cultivo, en densos bosques de robles, pinos y eucaliptos en busca de un nuevo cauce fluvial: Río de Calvos, el paisaje cambia poco a poco y de la densidad de las fragas, pasamos a las laderas pobladas de monte bajo, acercándonos al lugar de Praderrei y ya tenemos a tiro de piedra el Parque Arqueolóxico de Campolameiro. Aquí estamos obligados a visitar la estación etnográfica y tratar de buscar sentido a los trazos, espirales, símbolos y dibujos de animales insculpidos en las lajas de piedra por los antiguos pobladores de estas tierras.